En la mayoría de los países, la mortalidad infantil ha disminuido en las décadas recientes. Sin embargo, la mortalidad materna y neonatal generalmente no ha sufrido cambios.
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Existen organizaciones como UNICEF que se han propuesto disminuir las tasas de mortalidad infantil alrededor del mundo. Según UNICEF la solución esta en: “ Debido a que casi la mitad de todas las muertes de recién nacidos ocurren en las 24 horas posteriores al alumbramiento, y a que casi un 75% de ellas sucede en la primera semana posterior al parto, las estrategias deben concentrarse en la prestación integral y continuada de atención de la salud. Se trata de un enfoque que abarca el aumento del acceso a la atención prenatal durante el embarazo, el mejoramiento de la gestión de los partos normales a cargo de parteras capacitadas, el acceso a la atención obstétrica y neonatal de emergencia en caso necesario, y la atención oportuna de la madre y el recién nacido. Además de estrechar los vínculos entre los diversos niveles de atención en los establecimientos sanitarios, la prestación integral y continuada de la atención de la salud se refiere al fortalecimiento de los vínculos entre las comunidades y los establecimientos sanitarios.
No se debe aceptar el mito de que la única manera de prestar atención a los recién nacidos enfermos consiste en tratarlos en unidades hospitalarias de atención de la salud neonatal de alto costo. Existen pruebas de que es posible reducir en gran medida la mortalidad y la morbilidad de los recién nacidos mediante la implementación en los establecimientos sanitarios y en los hogares de intervenciones simples y de bajo costo durante el alumbramiento y en los días y semanas posteriores al parto, cuando la madre y el hijo están más amenazados. Entre esas prácticas fundamentales figuran secar al recién nacido y cuidar de que no se enfríe, comenzar a amamantarlo tan pronto como sea posible inmediatamente después del parto y apoyar a la madre para que pueda amamantar a su hijo de manera exclusiva, prestar atención especial a los niños con bajo peso al nacer y diagnosticar y tratar a tiempo los problemas de salud de los recién nacidos, como la asfixia y la sepsis.En su mayoría, se trata de prácticas de atención de la salud que las familias pueden realizar por ellas mismas, o con la ayuda de un agente sanitario comunitario. Éste podría participar en el alumbramiento cuidando al recién nacido, o visitar a la madre y al hijo en las primeras 24 horas posteriores al parto, además de una o dos veces más durante la primera semana. Ese es un aspecto fundamental debido a que más de un 50% de las muertes de recién nacidos ocurren en el hogar, y a que en muchos países no se hará realidad hasta dentro de muchos años el objetivo a largo plazo de preparar un número suficiente de parteras capacitadas que puedan asistir a los alumbramientos. Los expertos calculan que si se lograra más de un 90% de cobertura de esas intervenciones fundamentales en las comunidades y los establecimientos de atención de la salud sería posible reducir la tasa de mortalidad neonatal en un 70%.
- Referencia UNICEF,( 2011, 01 de Enero). UNICEF La salud del Neonato. Extraido el 27 de Marzo del 2011 desde http://www.unicef.org/spanish/health/newbornhealth.html